Si entendiste el consejo anterior, habrás descubierto que si quieres felicidad en tu vida, debes procurarla a los demás. No hay más. ¿Quieres ser feliz? ¡Haz feliz a todo aquel que puedas hacer feliz! Parece fácil, ¿no? Pues lo es.…
Ahí radica su fuerza, que aun siendo sencillo y de fácil cumplimiento, es efectivo y real. Así que no te dejes engañar por su simpleza, ya que en sí es una mina de oro para tu vida. Sin embargo, he de advertirte que los seres humanos somos por sistema, egoístas y que eso nos impide muchas veces alcanzar nuestros sueños. Queremos recibir con el mínimo esfuerzo, o lo que es lo mismo, dando lo menos posible. ¡Y eso si que es un cuento de hadas! No tenemos que tener dinero para llegar a ser multimillonarios, pero tenemos que aportar alguna cosa que dé valor a la sociedad y nos reporte dinero. No tenemos que ser los más guapos del planeta para obtener la belleza del amor, pero sí que tenemos que darnos amor a nosotros mismos y estar abiertos a querer con todo nuestro corazón. ¡Eso derriba todos los muros habidos y por haber!
Lo primero que debes hacer hoy es crear una lista de la felicidad que das. Quiero que desde ahora, apuntes todos los días en esa lista, las cosas buenas que haces por el resto de la gente, por tu pareja, por tus hijos, por el resto de tu familia, por tus compañeros de trabajo, ¡por tu jefe!, por tus vecinos, por toda la gente con la que estés en contacto, de una o de otra manera. Quiero que te desvivas por hacer la vida más feliz a los demás, sin preocuparte por las recompensas.
Las recompensas llegarán, pero ninguna será tan profunda y sincera como la primera de todas, la que recibirás de ti mismo, ya que, por el simple hecho de hacer lo que te comento, te convertirá en mejor persona, te querrás más, te valorarás mejor y solo por eso, recibirás mucha más felicidad a tu vida. ¡Ya lo verás!